En un principio pensamos en hacer una encuesta con este tema desde el blog, pero después desistimos de esa idea. ¿Cuántas respuestas a esa pregunta podríamos recibir? Casi infinitas, si cada persona es un mundo, y puede tener múltiples preferencias. Y habría que tener en cuenta las posibles y las no posibles, las que podrían ser peligrosas y las que no, o incluso las que se han practicado o solamente se ha soñado con practicar. Vamos, un lío todo, así que lo dejamos en un post reflexivo, ¿te atreves a seguir leyendo?

Retomando un poco las reflexiones anteriores, las preferencias de lugares para practicar sexo son algo personal; y suelen cambiar a lo largo de nuestra vida, por mucho que suene a tópico. Solemos pensar que los jóvenes son gente arriesgada, que apuestan por el sexo sin compromiso y a base de calentones; un aquí te pillo aquí te mato te agarre donde te agarre, y a las que les va follar en plan aventurero, en público o con riesgo de sufrir una pillada xxx. Conforme nos hacemos mayores, nos volvemos más convencionales, apostamos por la comodidad antes que por el morbo o la aventura, y la cama o por lo menos los lugares en horizontal son sus preferencias mayoritarias. ¿Y sabes qué? Tenemos razón, por lo general la cosa es justo así.

Dicen que el porno está lleno de tópicos que no se cumplen en la realidad; pero oye, de algún lado han debido salir, ¿no? Lo que es cierto es que a todos los consumidores de pornografía nos vuelve locos ver a jovencitas calientes que aceptan echar un polvo a los cinco minutos de haber conocido a un maromo. A estas no les preocupa el día de mañana, ni siquiera la hora después; después de tocarlas un poco, se levantan la falda y les da igual si lo hacen de pie, a una pierna, encaramadas en una roca, tumbadas en una playa o en un aseo público. Bueno, o al menos eso nos hacen creer, porque bien es cierto que la gran mayoría de las chicas xxx con las que he salido no eran tan osadas; y si había alguna, no lo era hasta ese extremo, ¡mala suerte para mí!

Pero hay quien sí que la tiene, y se sabe que existen portales en internet donde te cuentan los mejores escondites para tener sexo: unos al aire libre, otros en lugares públicos, e incluso algún garaje en la zona centro de la ciudad. Todos estos picaderos secretos que al final son de dominio público se pueden encontrar incluso en ciudades masificadas, o quizá justo por estar tan habitadas, no lo sé bien. Por eso, ser pillados follando con una chica en cualquiera de estos lugares es el pan de cada día de muchos tíos que tienen la suerte de tener unas parejas bien lanzadas y calientes. Y que los agentes de seguridad ciudadana pillen a las parejas en pleno coito en alguno de estos escondites tampoco es cosa de novedad, casi se podría decir que son gajes de su oficio, jeje.

Cuando uno es joven, el peligro de una pillada mientras practicas sexo no hace más que añadir morbo a la situación; o sea, que el que te guste chingar en un sitio con riesgo depende solo del nivel de vicio que tengas. Y con esto no quiere decir que las personas maduras no tengan ese grado de osadía en sus cuerpos a la hora del sexo; ni tampoco que tenga nada de malo querer disfrutar de tu sexualidad en una cómoda cama, ya tengas veinte, cuarenta o sesenta años. Lo único que importa es que disfrutes de lo que haces, y no molestes a nadie más.

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